Chipre se ubica en el mar mediterráneo oriental, al sur de Turquía, al oeste de Siria y al norte de Egipto.
El nombre proviene de las bases militares que se establecieron en Chipre en 1960 cuando el imperio británico le concedió la independencia a la isla. Para que el país no se militarizara, los británicos crearon estas bases y dejaron un fuerte contingente de soldados en ambas. Una de ellas ubicada al sur (Acrotiri) y la otra al este (Dhekelia), el nombre oficial de la nación es "Base soberana de Acrotiri y Dhekelia".
En 1974 Turquía invadió el norte de Chipre proclamando la creación de la "República Turca del norte de Chipre". Los británicos no se implicaron en el conflicto, debido a lo cual no se varió la situación de las bases soberanas del imperio, ya que las considera estratégicas por su ubicación próxima al canal de Suez.
Ubicación de Acrotiri y Dhekelia |
Finalizado el conflicto el norte de la isla quedó en manos Turcas, el sur permaneció bajo dominio Griego. Ambas nuevas naciones (Chipre del norte y Chipre del sur) se mantendrían (y se mantienen hoy día) separadas por esta especie de "nación tapón" llamada Acrotiri y Dhekelia y una zona de exclusión establecida por la ONU.
A diferencia de los demás territorios británicos de ultramar (como se conocen hoy días las colonias del imperio) esta nación no es administrada por un gobernador, sino que es dirigida por un administrador designado por el monarca británico. Este administrador posee todo el poder ejecutivo y legislativo. Las leyes en la colonia se basan principalmente en promulgar la paz en la región y evitar conflictos entre las dos repúblicas de la isla de Chipre. El resto de los aspectos de gobierno se mantiene iguales a los de Chipre antes de 1960, cuando toda la isla era una colonia británica.
Hay catorce mil habitantes, de los cuales siete mil son personal militar o civil que trabaja y vive en una de las dos bases soberanas. Los otros viven en algunas aldeas cercanas a las bases y se dedican principalmente a la agricultura. En las bases se habla inglés y se practica en anglicanismo, fuera de ellas la población general habla griego y practica el ortodoxismo.
Bandera de Acrotiri y Dhekelia |
No fue nada fácil encontrar un libro para este "país". De hecho lo había salteado dándome por vencido y pasando al siguiente en la lista. Pero luego, en una charla de café, un amigo me preguntó por este proyecto y la charla llevó a aquellos países que no habían podido formar parte de la lista por no haber encontrado un libro como excusa para hablar de ellos. Entonces le conté de este rarísimo país y de sus particularidades. La más llamativa es sin dudas la historia de la ciudad de Varosha.
Varosha era un centro turístico muy popular a finales de los años sesenta y principios de los setenta. Era uno de los destinos tops del mediterraneo, convirtiéndose en el destino preferido de pudientes y famosas personalidades como Elizabeth Taylor, Richard Burton, Raquel Welch y Brigitte Bardot.
Cuando en 1974 estalló la guerra Varosha se encontraba justo en el límite de ambas facciones. Para dar un cierre a los enfrentamientos, tal como comentaba en los primeros párrafos, se decidió crear una zona de exclusión, dentro de la misma quedó Varosha, detenida en el tiempo, desde 1974.
A partir de investigar en las fotos de aquella Varosha popular, habitada y deslumbrante, es que la búsqueda en internet me llevó al libro que hoy nos invita a un nuevo destino.
El libro se llama "El mundo sin nosotros" del periodista norteamericano Alan Weisman. La que tengo en mis manos es la primera edición para Argentina de 430 páginas. La editorial es DEBATE y pertenece a la colección "DEBATE medio ambiente".
Portada |
Alan Weisman es periodista y ha publicado sus trabajos en The Atlantic Monthly, The New York Times Magazine, Discovery y en la cadena de radio NPR. Ha formado parte del staff de Los Angeles Times y es profesor de periodismo y de estudios latinoamericanos en la Universidad de Arizona.
El libro en sí es un experimento mental. Un increíble esfuerzo imaginativo/científico que plantea seria y detalladamente qué será del mundo una vez que, sean las razones que fueran, los humanos desaparezcamos.
En su transcurrir el libro va desenmarañando, con la ayuda de científicos, arquitectos, trabajadores de obras públicas, qué es lo que ocurriría inmediatamente después de la desaparición de los humanos. Sorprende lo frágiles que son las grandes megalópolis, ciudades como Nueva York, Londres o Moscú quedarían bajo el agua en menos de una semana; y ese es solo el comienzo. El texto avanza firmemente apoyándose también en casos de estudio presentes en nuestros tiempos. ¿Qué será de las ciudades sin humanos tras 30 años? Ahí tenemos al autor estudiando la ciudad de ucraniana de Pripyat vecina a la planta nuclear de Chernobil, avandonada desde 1986. El autor también estudia el caso de Varosha (la ciudad que hoy por hoy se encuentra en el país de Acrotiri y Dhekelia) abandonada desde 1974.
Hace referencia a las especies de flora y fauna foránea introducida por los humanos en los diferentes ecosistemas. Y hace también un interesante llamado a la conciencia del "imperialismo ecológico" reinante y que se intensificó y definió al mundo a partir de la "división internacional del trabajo" impulsada por el imperio británico.
El libro, trabaja principalmente en aquellas marcas que serán imborrables y que permitirán, incluso en 10 mil millones de años, a cualquier raza inteligente entender que en la tierra hubo, alguna vez, una raza que dominó el planeta, lo urbanizó, y lo modificó.
En las solapas del libro hay una escala de tiempo que resume, de manera muy sintética los eventos principales de este mundo sin nosotros:
Es, tal como dice la contratapa, uno de los ejercicios mentales más importantes de nuestro tiempo. Algunas cosas me volaron la cabeza, otras me parecieron poco probables y caprichosas al principio, pero cuando uno se deja llevar por los argumentos, las suposiciones basadas en el método científico se da cuenta de algo irrefutable; la labor científica es dura, pesada, numérica y está llena de reglas, pero es, ante todo, una labor creativa.
Muchos recordarán algo similar en televisión llamado "la tierra sin humanos". Si bien no están directamente relacionadas hay varios puntos de contacto al tratarse de trabajos que parten de la misma premisa y ambos asesorados fuertemente por científicos de múltiples áreas.
La diferencia radica en el foco, mientras que la serie de tv se enfoca en la marca dejada por los humanos en el planeta, el libro de Weisman se pregunta cómo la naturaleza reclamará su equilibrio pre homo sapiens.
Hasta aquí "el mundo sin nosotros", hasta aquí la esquiva pero maravillosa Acrotiri y Dhekelia.
Les dejo alguna imágenes de este país y una imperdible selección de imágenes de la ciudad de Varosha antes y después de quedar dentro de la zona de exclusión.
Bases y la zona de exclusión |
Costas de Acrotiri |
Puerto de Dhekelia |
Sitio arqueológico en Acrotiri |
Central eléctrica en Dhekelia |
Vista aérea de Acrotiri |
Antes:
Brigitt Bardot en Varosha 1970 |
Después de la guerra de 1974 y tras quedar dentro de la zona de exclusión:
Límites de la ciudad sobre la linea costera |
Concesionaria de autos |
Hoteles (varios a punto de derrumbe) |
No hay comentarios:
Publicar un comentario